lunes, 25 de julio de 2011

La iniciación


“Para entender por qué funcionan la iniciación hay que conocer el ciclo de la precesión de los equinoccios que marca el despertar masivo cada 26.000 años, el ciclo del aprendizaje kármico, y entender que la iniciación tiene una finalidad: el poder transmutar la realidad, no desde el ego y el deseo, sino desde el amor incondicional y la adopción de una nueva conciencia transpersonal y multidimensional.” Oriox.





La iniciación actual funciona porque asistimos a un final y a un inicio de ciclo donde somos conscientes de un aprendizaje y de una posibilidad de cambio. Veamos ahora en qué consiste la iniciación actual. El ciclo que marca las iniciaciones y los despertares colectivos es conocido como el ciclo de La Precesión de los Equinoccios de 26.000 años de duración.

Cada ciclo equinoccial contiene un reto que lo define. El ciclo que hemos finalizado es conocido como el Ciclo de la Individualidad porque sus objetivos exigían:

1.-la creación de un ego equilibrado que nos dotara de una identidad autoconsciente,

2.-el control del deseo, las emociones y los instintos a través de la voluntad

y 3.-el desarrollo del pensamiento abstracto que nos permite entender la ley de causa-efecto (la ley del karma). Estos objetivos eran necesarios para permitir la apertura del chakra corazón y la conciencia multidimensional, retos del nuevo ciclo equinoccial.




Ahora, desde los años 50 del siglo XX, hemos comenzado nuevo El Ciclo Transpersonal donde el reto consiste en experimentar el amor incondicional y una nueva identidad omnisciente, unificada y transpersonal, que transcienda la identidad autoconsciente, separativa y egoica del ciclo anterior. Las personas que han superado el anterior ciclo de la Individualidad son las que experimentan sanaciones o despertares en las terapias.

Enfermamos porque no nos adaptamos al nuevo ciclo, porque no sabemos amar y carecemos de una identidad transpersonal; las enfermedades que aparecieron con el nuevo milenio y nuevo ciclo, las enfermedades coronarias y mentales, están relacionadas con el la incapacidad de amar y de comprender una nueva realidad globalizada y multidimensional, los retos y las claves del nuevo Ciclo Transpersonal; también estas enfermedades están relacionadas con los chakras que se activan en las iniciaciones: el chakra corazón y el tercer ojo.

El Ciclo de la Precesión de los Equinoccios ( o el año Platónico ), con una duración de 26.000 años subdivididos en 12 Eras o meses de 2.160 años, es conocido como el Ciclo del Aprendizaje Kármico o el Ciclo de la Iniciación. En la Era de Acuario experimentamos el despertar masivo o cambio de paradigma que integramos durante el resto del ciclo precesional a través del aprendizaje kármico. La iniciación funciona porque al final del Ciclo Precesional, en la transición de la Era Piscis a La Era Acuario, solucionamos y nos liberamos de un aprendizaje, un karma, y comienza otro nuevo reto del que somos conscientes a través de alguna experiencia transpersonal de amor incondicional en la vida cotidiana, en las iniciaciones o en las terapias. En la anterior Era de Acuario, el despertar se vivenció a través del descubrimiento del chamanismo, de la creación de redes sociales que transcendían los lazos familiares, de la autoconciencia de la Individualidad ( el ego ) y del arte. La informática, la globalización, la física cuántica, el descubrimiento de la naturaleza multidimensional y holográfica de la realidad, la androginia, el mestizaje cultural, la sociedad democrática y universalizada, son algunos iconos y retos del nuevo ciclo.




La iniciación actual, al liberarnos del karma y del Ciclo de la Individualidad, facilita:

1.-la ascensión de la Kundalini y de la conciencia en el sistema de chakras, del 3º al 4º chakra, de una autoconciencia a una omnisciencia;

2.- el cambio evolutivo de identidad: de la identidad de una identidad egoico-social a una identidad transpersonal;

3.-la activación del cuarto cerebro relacionado con el sistema inmunitario y el equilibrio de los hemisferios que nos permite la comprensión de una nueva realidad;

4.- la activación del tercer ojo que ayuda a ver el mundo de forma más objetiva;

5.-un cambio de paradigma: de la física mecánica con el átomo como referencia a la física cuántica con la teoría del “campo unificado” como pilar;

6.- y la recuperación de nuestro poder de transmutar y co-crear la realidad no desde el aprendizaje de la integración de la dualidad sino desde la libertad de sentirnos Individuos íntegros y autónomos hacia algo nuevo y libre.

Los efectos de la iniciación se manifiestan en un nuevo homo, el homo transpersonal, que experimenta el amor incondicional y la conciencia multidimensional en su vida.

En el momento actual la iniciación es más intensa y transformadora al coincidir simultáneamente varias iniciaciones con el inicio de 3 nuevos ciclos, la activación de nuevos 3 nuevos chakras y la adquisición de nuevas conciencias o aprendizajes:

1.- el aprendizaje de un nuevo reto kármico con el inicio de un nuevo Ciclo de la precesión de los equinicios,

2.- el aprendizaje de experimentar el amor incondicional,

3.- y el aprendizaje de una adoptar una conciencia multidimensional. Es una iniciación hacia lo desconocido porque estamos transitando de los chakras inferiores o emocionales a los chakras superiores o mentales. Las iniciaciones que conocemos han sido dentro de los chakras inferiores, por ejemplo, la civilización egipcia y las religiones monoteístas simbolizaron el paso del 2º chakra al 3º, del hombre masa al hombre individual; la creación de los primeros vínculos emocionales y familiares, con la creación de los clanes o tribus en la prehistoria, simbolizó el paso del 1º al 2º chakra.




Lo que estamos experimentando en las terapias y cursos, no es solamente el alivio de unos síntomas o bloqueos, sino un despertar masivo y un cambio de paradigma que se manifestará con otra forma de entender la vida y la civilización. El nuevo hombre está destinado a vivir una civilización donde, gracias al control de la materia y las emociones, podrá dedicarse a vivir un mundo donde se sienta un Ser autónomo propietario de su tiempo y de su energía, consciente de su poder de co-crear una realidad, no desde el dolor o el sufrimiento porque ya no son necesarios para aprender al haber comprendido las leyes del karma y equilibrado el ego, sino desde la consciencia unificada y transpersonal.



La nueva sociedad estará construida por Individuos autónomos física, emocional y mentalmente, que han transcendido el aprendizaje a través de la dualidad y la dependencia víctima/verdugo. Los nuevos hombres han equilibrado los chakras inferiores para acceder al chakra corazón. El ego dice” yo soy uno y diferente” y el corazón,” todos somos uno”. Sentirse aislado del fluir de la vida y del colectivo ya no es adaptativo y nos enferma (el cáncer y las enfermedades coronarias son la manifestación de un ego y de un chakra corazón desequilibrado respectivamente); la salud y el equilibrio consiste en experimentar el amor incondicional y la conciencia multidimensional en tu vida. Para saber si estás equilibrado, deberías preguntarte: ¿hay amor y apertura dimensional en mi vida? La iniciación intenta responder a esta pregunta. La iniciación es una llave adaptativa al nuevo ciclo transpersonal desde el amor incondicional y la omnisciencia.





La capacidad de amar y el desarrollo del pensamiento abstracto, es decir, la creencia en dimensiones que no vemos físicamente, marcan y definen la evolución y el proceso de humanización en la especie humana y en las civilizaciones; la historia evidencia que la evolución tiende a maximizar la vivencia del amor incondicional y la comprensión más profunda de la naturaleza holográfica de la realidad. Cuando comprendamos la realidad, podremos co-crear la realidad y nos convertiremos en dioses o en hombres reales.



Intentaremos explicar porqué funciona la iniciación desde distintos planos y teorías: la filosofía del budismo tibetano; la psicología esotérica; la teoría holográfica; la astrología; la antropología; el karma; y la neurología. Si unificamos las distintas teorías que explican qué es y por qué funciona la iniciación, concluimos que el ser humano es un proyecto de hibridación, de integración de una dualidad hacia una androginia; cada homo, cada civilización, cada iniciación, es una aproximación hacia ese equilibrio, hacia la superación de la dualidad, para ser hombres reales que vibran desde el chakra corazón, el amor incondicional y la omnisciencia, y no desde un falso materialismo vacío o una espiritualidad evasiva. El ser humano no es un animal ni un ángel aunque compartimos con ellos instintos y mente, sino un híbrido que siente, que tiene sentimientos; sentimiento significa etimológicamente ser consciente del otro desde la empatía.



Las iniciaciones funcionan al principio del ciclo precesional en la Era de Acuario donde ocurre un salto evolutivo que se manifiesta en distintos planos. Veamos en qué planos se plasma:

1.- en el cerebro provoca alteraciones donde los lóbulos parietales, encargados de la visión tridimensional y de la creación de nuestra identidad personal, pierden predominio en favor del desarrollo de los lóbulos frontales, que posibilitan la compresión de nueva dimensiones “invisibles” y de la sensación de que “todos somos uno”;

2.- en el sistema de chakras facilita la transición del 3º al 4º chakra, del Ego al Ser, de una identidad egoico-social y autoconsciente a una identidad transpersonal y omnisciente;

3.- en la glándula pituitaria, asociada al 3º ojo, que nos permite percibir la realidad de forma más objetiva y ampliar el nivel de conciencia;

4.- en la evolución de nuestra especie: el homo sapiens sapiens tiene el propósito de equilibrar el 3º chakra egoico social, este objetivo ha sido alcanzado y estamos comenzando a vibrar desde el 4º chakra corazón con el nacimiento de un nuevo hombre, el homo transpersonal.



Conocemos el futuro porque el ser humano es un proyecto evolutivo con una finalidad. Sabemos hacia donde evolucionamos porque fuimos diseñados con un propósito. El ser humano se compone de 7 chakras o energías; ahora vibramos desde el 3º chakra egoico social y hemos creado una civilización basada en la consecución de cuotas de poder, en la satisfacción de nuestros deseos y de apariencia social que nos dotan de autoconciencia. El equilibrio de este 3º chakra consiste en convertirnos en seres autónomos material, emocional y mentalmente. La sociedad occidental refleja la vivencia de este chakra más que ninguna otra. Ahora estamos comenzando a vibrar desde el 4º chakra corazón y la civilización que se está gestando, no esta basada en la obtención de poder en detrimento de otros, en la depredación social, en el deseo kármico o el la dualidad víctima-verdugo, sino en la conciencia transpersonal y unificada de que “todos somos uno” generada por un ego equilibrado y el amor incondicional. El chakra corazón se abre cuando el resto de chakras inferiores se equilibran con el descubrimiento de que la mente crea la realidad física ( 1º chakra ) y el deseo egocéntrico genera el karma ( 2º y 3º chakra ); de este aprendizaje, podemos deducir que, desde el chakra corazón, viviremos un mundo donde, gracias al control de la materia, las emociones y la mente, no tengamos que dedicar tiempo ni energías a la supervivencia económica, emocional ni mental (traducido al lenguaje cotidiano: trabajar de forma alienada, vivir desde el drama o ser incapaces de entender del mundo y adaptarnos de forma óptima a él).



En la Era de Acuario, se concibe el sueño a nivel mental, la utopía, que plasmaremos físicamente dentro de 20.000 años, en la futura Era de Tauro, en una nueva civilización tejida desde el amor incondicional, la identidad transpersonal y la conciencia multidimensional. Para soñar el nuevo ciclo transpersonal, hay que transcender el karma egoico, el reto del Ciclo de la Individualidad, y la iniciación y la terapia facilitan esta superación y adaptación.



Hace 26.000 años, en la anterior Era de Acuario, el homo de cromañón soñó, al dibujar sus manos individuales y los símbolos abstractos como la espiral, un mundo que transcendiera la identidad grupal, emocional y sexual, lo que se conoce en antropología como el hombre animal, y que evolucionara hacia una nueva identidad individual, mental y social, hacia un hombre egoico-social. Este proceso es el que hemos estado re-viviendo durante milenios: el re-equilibrio del ego que nos dotara de identidad y el control del deseo kármico que nos permitiera ser libres. Hace 26.000 años pasamos de una subconsciencia marcada por la necesidad de una supervivencia física y la reproducción sexual a una autoconciencia que nos ha permitido entender y superar el karma; ahora, en este nuevo ciclo, estamos transitando de una autoconciencia a una omnisciencia donde la prioridad es experimentar el amor incondicional y la conciencia multidimensional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario