La empatía es la herramienta más poderosa con que contamos para conectarnos con los demás. Es el adhesivo de la conexión humana y nos permite sentir, en un nivel profundo, qué siente el otro.
Sacrificarse por el otro es la esencia de un acto de compasión y empatía. Esta disposición a experimentar el dolor de otro ha sido parte de la tradición curativa, secular o religiosa, durante siglos.
No es fácil hacerlo.
El papel de la gratitud: Los amigos quizás agradezcan a alguien por algo que hizo o por una actitud. El mensaje verdaderamente efectivo es: He incorporado una parte de ti. Me transformó y enriqueció, y se la transmitiré a otros.
De Irvin Yalom, en Mirar al Sol.
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