domingo, 20 de febrero de 2011

Zen cristiano

No hay necesidad de " importar" el Zen del Lejano Oriente, porque está profundamente ligado a insituciones culturales que nos son muy extrañas. Pero no hay duda de que hay cosas que podemos aprender, o desaprender, del Zen, y poner en práctica a nuestra manera. Tiene el mérito especial de ser un modo de expresión tan inteligible o desconcertante para el intelectual como para eliletrado, con posibilidades de comunicación aún inexploradas por nosotros. Es directo, posee fuerza y humor, y un sentido de la belleza y del absurdo que resulta a la vez exasperante y delicioso. Pero por sobre todo puede dar vuelta nuestra mente como quien da vuelta un guante y disolver los más opresivos problemas humanos.








http://caminoalosagrado.wordpress.com/2009/03/26/ser-monje-cristiano-y-monje-zen-al-mismo-tiempo/

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