Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques. Tomamos agua para apaciguar la sed, y las aguas son útiles para regar los campos. Mas Jehová dice que primeramente debemos atravesar muchos valles de lágrimas para llenar los estanques.
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