domingo, 18 de diciembre de 2011

Rolando Toro Araneda

Voy a exponer con imágenes de la realidad de las escuelas, porque a veces una imagen habla más que muchas palabras.

Estas niñas de tres años ya están influenciadas por la Biodanza y han descubierto el abrazo. La importancia del abrazo, no sólo en los niños, sino también en los adultos, es muy grande, es un fenómeno cósmico, para decirlo en su verdadera dimensión.

Aquí, aprendiendo a tocarse, cosa que jamás se enseña en las escuelas, sin embargo es un aprendizaje primal, algo esencial.

Aquí, la profesora enseñando a tocarse tímidamente, sutilmente, de modo que el contacto se hace progresivo.

Escenas de ternura entre los compañeros, cosa que en una escuela sería un escándalo y que es la enseñanza esencial, primal, es más importante que saber la fecha de nacimiento de Bernardo O’Higgins.

Este es un ejercicio de eutonía en que se unen los dedos índices y que permite respetar la intencionalidad recíproca.

Esto es un ejercicio de regresión en que un niño da continente y cuidado a un compañero. Este es un aprendizaje extraordinario. Es mucho más importante que saberse la tabla del 5, porque lo que tienen que aprende los niños es a relacionarse profundamente a nivel afectivo.

Aquí, esta niña atraviesa entre dos hileras, triunfante y realiza un acto de autoafirmación y triunfo personal ante sus compañeros.

Este es uno de los aprendizajes más importantes que puede haber en la vida: aprender a mirarse a los ojos. Los niños en general miran durante un instante y retiran la vista, pero mirarse a los ojos en forma más detenida permite entrar en el alma del otro.

Respecto a la agresividad: es un instinto normal en el ser humano, es un instinto de supervivencia y sirve para poner límites cuando se es agredido, pero al mismo tiempo no hay que confundir la agresividad con la violencia. La violencia es la destructibilidad sin motivo, o con motivos pueriles, pero cuando la agresividad se practica alegremente -como entre los cachorros de leones- se está reforzando la identidad, sin el espíritu de destructibilidad ni de competencia.

Un niño guiando a otro, así aprenden a confiar y el compañero que lo guía toma una responsabilidad. En Biodanza la discriminación no existe, no se puede discriminar, porque la discriminación es una enfermedad mental gravísima. Los niños desde pequeños deben aprender a sentir que el compañero, por muy diferente, es un ser humano como él.

Un abrazo grupal, que da la emoción y el sentimiento de solidaridad y de unidad de grupo.

Eutonía de piernas, en que se unen las piernas, sintiendo las intencionalidades de su compañero en forma de un juego muy divertido, que les gusta mucho.
Una actividad biocéntrica es preparar alimentos, hacer helados, hacer pan. Después lo comparten, comen juntos los alimentos que han preparado.

El vínculo con la vida a un nivel cotidiano, la construcción de objetos, de juegos, desarrolla la creatividad en forma extraordinaria. Hay toda una metodología en Biodanza de juegos de construcción.

La relación con la profesora: los niños no están sentados en sillas escuchando, sino que hay un diálogo, un encanto en el relatorio. Estamos creando Escuelas Biocéntricas en distintos lugares del planeta, en las que se aplica toda la concepción biocéntrica en la escuela.

En el Instituto de Ciegos de Bahía, en Brasil, se hace Biodanza con niños ciegos, lo que da un resultado extraordinario en el sentido de que se abre una nueva sensibilidad frente al espacio, se aprecia la libertad de movimientos, aprenden a moverse.

En esta imagen se ve a los niños imitando a animales.

Hay sesiones en que trabajan adultos y niños, hay una exigencia en la Escuela Biocéntrica de que en la Biodanza participe la familia, los profesores y los alumnos y, en muchas escuelas, estamos haciendo sesiones cada 40 días. Hay juegos entre el papá y los niños, ellos pueden andar a caballo arriba de sus padres, se revuelcan juntos, es decir, ya no existe esa relación autoritaria, sino que es una relación lúdica con el padre, con los abuelos, con los tíos.

Hay dibujos que muestran cómo está ligada la escritura, que es un esfuerzo semántico, con la afectividad. La madre y la hija unidas a través de sus cuerpos y dentro de un corazón. Esto muestra que, para la escritura y el dibujo, hay una clara motivación afectiva.

Niñas adolescentes en situación de riesgo -delincuencia, prostitución, embarazo precoz- en una institución de Temuco, guiadas por mi hija Pilar Toro. A través de la danza se transformaron completamente, tomaron contacto con su intimidad, con lo más profundo de ellas mismas. En todos los casos de adolescentes en situación de riesgo, la Biodanza da un resultado extraordinario. Tenemos muchos grupos de adolescentes en situación de riesgo. En Recife hay un centro de 500 niños que han sido recogidos de las calles y que tienen Biodanza y otras actividades: computación, costura danza, música, cerámica.

Adolescentes de un grupo escolar chileno que eran terribles, desafiantes, indiferentes. La profesora les llevó un sandwich el primer día y ellos lo tiraron al techo, entonces ella los imitó. Pero después de un par de semanas estaban mansitos, dulces, comunicados. Se desarrolla una interioridad en ellos, no hacen payasadas. Todo lo que no se puede hacer en las escuelas, ellos lo hacen en la clase de Biodanza: tenderse en el suelo, rodar, dar saltos, gritar, liberar tensiones. Es un trabajo muy lindo con los adolescentes.

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