domingo, 5 de junio de 2011

Identificación


Gurdieff nos dice que la identificación es una de las fuerzas más poderosas que nos mantienen dormidos y nos alejan del despertar. Nos identificamos porque todo lo hacemos de forma mecánica y poco consciente. Nos identificamos con nuestros pensamientos, sentimientos y con cualquier cosa que ocurre en nuestra vida.

¿Dónde colocas la sensación de YO? El lugar donde uno pone la sensación de YO más mecánicamente es el lugar donde uno más se identifica. Si pudiéramos colocar esta sensación de YO plenamente en el "recuerdo de sí", no nos identificaríamos, habría una distancia, un espacio. Pero esta acción es un acto consciente, porque nadie puede recordarse a sí mismo de forma mecánica. El recuerdo de sí es un acto consciente, una colocación consciente del YO que requiere atención.

¿Qué es la identificación?

La identificación es algo muy difícil de describir porque, debido a la forma en que vivimos, nunca nos liberamos de ella al creer que es la condición normal. La idea es similar a lo que se describe en la literatura hindú o budista como apego a las cosas externas, tu empleo, la televisión, la comida, o a las cosas internas, los pensamientos, las emociones. En otras palabras, todas nuestras actividades están acompañadas por una cierta actitud. Nos quedamos demasiado absortos en las cosas, perdidos en lo que estamos haciendo, sin sensación de YO. Esto es identificación. Comienza con el estar interesado en algo, te sumerges totalmente en ello y dejas de existir.

Una persona puede estar totalmente identificada con su estado interior; puede sentirse deprimido o furioso y ser sencillamente su estado. Entonces, su sensación de YO y su estado son una y la misma cosa. A esto se le llama identificación interior. Está identificado consigo mismo. Su sensación de YO está colocada en su estado de ánimo. Supongamos ahora que observa su estado desde la distancia, la sensación de YO estaría colocada en otra parte. Esto requiere, entre otras cosas, atención. La atención nos pone en la parte más consciente de los centros. Cuando estamos identificados con un estado interior y lo observamos, dejamos de estar automáticamente identificados.

Algunos ejemplos de identificación pueden ser:

Estar identificado con la actividad que estás llevando a cabo, de forma que no eres consciente de lo que sucede a tu alrededor. Ni siquiera escuchas.
Haciendo algo, te conviertes en la actividad y dejas de sentirte presente.
Identificación con las emociones. Crees que estás deprimido y todo lo que sientes es la depresión. Eres totalmente ese estado. Tu sensación de Yo está en ello.
Cuando vemos la televisión, sólo existe ella.
Sentimiento de aburrimiento, identificación con uno mismo.
El ser humano está dormido, en estado de hipnotismo y en este estado se identifica con todo pensamiento que le atraviesa, con cualquier sentimiento o humor, cualquier sensación o movimiento porque cree que la vida es eso y que es una parte necesaria de ella. Ni siquiera conoce la posibilidad de una separación interior o de una sensación diferente de sí mismo. Cree saber y conocer quién es.

Después de trabajar con la observación de sí por un período de tiempo tratando de recordarte a ti mismo, pronto te darás cuenta que no te auto-recuerdas y que además no recuerdas el recordarte a ti mismo. Te das cuenta que la forma habitual es el olvido de sí. Esto es el mayor obstáculo para dejar de estar identificado con algo o con nosotros mismos.

Trabajando con la des-identificación:

Es útil saber que cuando despertamos todas las mañanas tenemos cierta cantidad de energía, probablemente bastante. En general, esta energía trabaja por sí misma y nos hace actuar de una cierta manera en unión con las asociaciones que marcan la mecanicidad. La cuestión es saber porqué y cómo nos fuerza a hacer las cosas que hacemos y gastar energía en cosas poco importantes. La identificación es lo que nos une a la actividad o a los pensamientos o a las emociones. Por lo tanto, si podemos dejar de identificarnos dispondremos de una mayor cantidad de energía para utilizarla donde estimemos importante.

Cuando hacemos un trabajo interno se nos dice que debemos esforzarnos conscientemente y a diario hacia la no-identificación y esto puede ser realizado de diferentes formas. Una de ellas es aplicar una escala a cualquier cosa con la que estamos identificados, como por ejemplo trasladar la atención hacia algo más importante. Para esto debemos de dilucidar qué es lo importante de lo menos importante para ti, de forma que si pones tu atención sobre cosas importantes te identificarás menos con las de menor importancia. Esto puede ser el inicio de un esfuerzo consciente hacia un objetivo interno. Para ello debo de ejercitar mi mirada y hacia dónde la quiero dirigir.

La observación de sí es la herramienta primordial de trabajo hacia la des-identificación porque al hacerlo permanecemos separados de lo que estamos observando, como si nos viéramos a nosotros mismos en un escenario. Podemos comenzar a ver diferentes yoes en nosotros actuando de diferentes formas y con una cualidad irreal; vemos que somos mecánicos. Aunque tengamos vislumbres de esto, el poder de la identificación es tan fuerte que rápidamente volvemos a creer que nosotros somos todos esos yoes que vemos.

Como antes se ha dicho, una de las principales cosas con las que nos identificamos es con los acontecimientos de la vida. La vida es una serie de eventos y de estados. No son las cosas, la gente, los objetos, sino los eventos los que ponen a estas cosas, esta gente y estos objetos en relación con nosotros en tiempos diferentes. Un evento reúne los elementos, los pone en movimiento y pasa. Por ejemplo, tu vecino puede ser alguien a quién no conoces muy bien pero si te enteras que ha dicho algo malo de ti, algo se pone en movimiento y sucede ya un evento entre tú y él.

Para trabajar con la des-identificación con los acontecimientos de la vida es útil preguntarse en qué acontecimiento estoy inmerso y si estoy identificado con él. Esto te pone alerta y te puede ayudar a estar menos identificado con el acontecimiento. De alguna forma, es necesario recordar que Yo y el evento son dos cosas diferentes y para eso necesito de una referencia estática dentro de mí. Debemos no-identificarnos con el evento con el cuál estamos identificados, hacer un resumen de lo que está ocurriendo, de forma que podamos sacar la "sensación de YO" de dicho acontecimiento. Por ejemplo:

Él está enfadado.
A esto se le llama sentir hambre.
Este pensamiento está diciendo que...

Momentos de no- identificación:

Utilizamos la des-identificación como poderoso instrumento que nos puede revelar una nueva sensación de YO, pero es un instrumento que hay que desarrollar con su propio uso. Si estamos continuamente identificados con todo lo que nos atraviesa es muy difícil la transformación o la vislumbre de otra cosa. Es necesario que nos dividamos en dos, es decir, que seamos capaces de observar nuestros estados. Si esta división es posible, si conseguimos dividirnos entre el observador y lo observado, comenzamos a ser capaces de cambiar la posición habitual. Esta es la manera de liberarse de la prisión de sí mismo.

Cuando estás en un momento de des-identificación puedes estar en un espacio quieto, simple y centrado en ti mismo, consciente de los diferentes yoes y de los acontecimientos que tratan de avanzar y capturar tu atención. Es como tener un guardián invisible manteniendo este espacio entre tú y la multitud (multiplicidad de yoes). A esto se le llama crear un "trabajo-estado" como oposición de un "vida-estado". De esta forma, para experimentar un momento de no-identificación es necesario ponerte a ti mismo en un trabajo-estado a diario, desde dónde comienzas a crear la habilidad de tener una acción que no venga de la mecanicidad y protegiéndote de los estados poco deseables en los que de una manera u otra estarías inmerso.

Hay muchas maneras de hacer esto, incluyendo:

Recordar tu objetivo interno e intentar auto-recordarte al mismo tiempo.
Recordar las ideas del Trabajo.
Recordar algo de lo que quieres estar más consciente en relación a alguien o a algo.
Tratar de ver a la gente y a los eventos de la vida a la luz del Trabajo.
Debe haber un gran contraste entre la vida mecánica y la "vida-trabajo". Debemos entrar en la vida y pasar por tantos dramas y comedias como nos sea posible para así acumular gran material en los centros, una plenitud de experiencias, porque de otra forma el contraste necesario entre la vida y este trabajo no es posible. Una persona que no conoce nada de la vida ve escasa diferencia entre la vida y el trabajo, carece de base de contraste o de tensión de contrarios en ella. Es decir, toma la vida y el trabajo en la misma escala.

El esfuerzo hacia la no-identificación debe ser realizado primero con los momentos más fáciles. Como dice Ouspensky: "no puedes aprender a nadar si caes al mar durante una tormenta. Debes aprender en aguas quietas. Entonces quizás si vuelves a caer serás capaz de nadar."

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