sábado, 16 de octubre de 2010

Feudalismo


El historiador Webster G. Tarpley presenta algunos hechos controvertidos sobre el Dalai Lama como un contrapunto a la exageración mediática que rodea la reciente reunión del Dalai Lama con el presidente Barack Obama. Cuenta como en el régimen feudal del Dalai Lama sobre el Tíbet, 200 familias controlaban el 93% de la riqueza del Tíbet, como el "levantamiento popular" en 1959 fracasó porque las masas no se unieron con los aristócratas ricos "para derrocar a los chinos, ¿cómo la CIA financió las actividades del Dalai Lama en el exilio, dándole un estipendio personal de 185.000 dólares por año, y cómo el contribuyente E.E.U.U. continúa contribuyendo con $ 2 millones por año para el Dalai Lama y sus asociados. Se pregunta por qué los EE.UU. está apoyando el feudalismo el Dalai Lama, una vuelta de nuevo a las edades oscuras de la Europa medieval. La rebelión del Tíbet contra el Gobierno central de China estalló hace cincuenta años el 10 de marzo de 1959. Dalai Lama, líder espiritual de una de las sectas budistas del Tíbet abandonó su patria hace esos mismos años entonces, tenía 24 años, ahora tiene 74.
Hasta ese momento, el Tíbet era parte de China, más exactamente, desde el siglo XIII bajo el imperio de Kublai Kan, nieto de Gengis Kan y primer emperador chino de la dinastía Yuan que unió a su imperio a China y el Tíbet.

Desde esos tiempos remotos, el territorio chino no ha cambiado mucho, a excepción de la independencia de Mongolia. En conversaciones sostenidas en Pekín en 1951, el Dalai Lama no habló sobre la independencia del Tíbet sino sobre las condiciones para conservar su autonomía.

Dalai Lama propuso al nuevo gobierno la misma fórmula que hasta entonces se habían aceptado los gobernantes chinos; Pekín asumía los asuntos de defensa y política exterior sin intervenir en la vida interna y forma de vida de la población del Tíbet.

Y Mao Zedong aceptó. Puede ser porque el nuevo poder chino en esos momentos no contaba con recursos y posibilidades para hacer cambios en esa provincia lejana donde era casi imposible llegar. Todavía existe la polémica sobre si Mao fue un comunista auténtico, pero nadie puede negar que el controvertido líder chino ante todo fue un pragmático.

En 1955, el primer ministro chino permitió al corresponsal del diario soviético Pravda Vsévolod Ovchínikov visitar el Tíbet. Para esos años, fue prácticamente el único extranjero que pudo ver con sus propios ojos ese país desconocido. Ovchínikov escribió dos libros sobre el Tíbet en los que plasmó sus observaciones y juicios saturados de asombro y algunas veces, hasta de horror. Los reportajes de Ovchínikov testificaron al mundo que en el Tíbet seguía siendo un reducto del feudalismo y esclavismo inalterable desde el siglo XIII. En sus relatos, el periodista soviético contó por ejemplo, la suerte fatídica de tres esclavos fugitivos castigados con cargar un enorme yugo de madera con tres agujeros para sus cabezas.

Lo macabro ocurría con la muerte de uno de los castigados, ya que los dos reos restantes debían portar el cadáver de su compañero durante varios días hasta que llegara el funcionario de determinado rango con la llave para abrir el único candado que cerraba el yugo. Además, por las calles de la Lhasa, la capital del Tíbet se veía muchas personas a las que les había cortado la nariz, las orejas o una mano en un castigo por delitos de acuerdo a las leyes que imperaban sólo en la autonomía y sin vigencia en el resto de China. Entonces, el Tíbet era una región en donde vivían 850.000 vasallos o esclavos y 130.000 monjes libres al servicio de los lamas.




http://www.westernshugdensociety.org/

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