El lunfardo para unos es el lenguaje de los delincuentes, de modo que un vocablo que no chorree sangre 0 no exprese, al menos, un acto delictivo, no merece tal nombre. Otros, mas exquisitos, sostienen que cuando una palabra ha pasado al lenguaje familiar, o al popular, si acaso alguna vez fue lunfarda (tal es el caso de pibe),deja de serlo ipso facto. Y no falta tampoco quien sostiene que los limites que separan al lunfardo del arrabalero son tan imprecisos que las respectivas jurisdicciones han de quedar por siempre indefinidas. Nunca podriamos, pues, saber a ciencia cierta cuando un vocablo es lunfardo y cuando no merece ser
tenido por tal.
Gobello
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