Aunque pueda parecer increíble por falta de práctica, una respiración consciente, pausada y profunda actúa sobre nuestro organismo de forma similar a los tranquilizantes o ansiolíticos, activando sustancias y sistemas opuestos a los de la respuesta del Estrés, y producen una sensación agradable de relajación y tranquilidad.
La ciencia occidental ha comenzado a ser consciente de la importancia y potencialidad de este método para controlar las respuestas de sobreativación, pero las culturas occidentales lo llevan practicando hace siglos, fundamentalmente el Yoga.
Según han demostrado científicamente gran cantidad de estudios de psicología, si aprendemos a realizar una respiración adecuada y la practicamos de MANERA SISTEMÁTICA, podremos reducir y controlar voluntariamente nuestro nivel de activación ante situaciones que nos provocan dicha respuesta. Pero antes de iniciar el entrenamiento es necesario que conozca unas nociones básicas a cerca de la anatomía y la fisiología de la respiración.
NOCIONES BÁSICAS SOBRE EL PROCESO RESPIRATORIO.
El proceso respiratorio es esencial para la vida, y su principal objetivo es proveer al organismo de oxígeno. Además es una de las actividades que realizamos con mayor frecuencia: el acto de inspirar y expulsar el aire lo realizamos de manera inconsciente un de 15 veces por minuto o lo que es lo mismo unas 21.600 veces por día.
Cada vez que respiras se producen dos movimientos que ya conoces: inspiración y
espiración; es decir, entra y sale el aire. En esta etapa se intercambia más de medio litro de aire.
RESPIRACIÓN COMPLETA O YÓGUICA.
Recibe este nombre el proceso respiratorio que utiliza todos los órganos y músculos involucrados en el proceso de respiración, permitiendo así que el volumen de aire que inspiramos y exhalamos sea el mayor posible.
La suma del volumen de la capacidad vital de aire que podemos respirar es de 4500 o 5000
ml y el volumen residual que es de 1200 ml conforman lo que es la capacidad pulmonar
total que es aproximadamente entre 5700 y 6200 ml.
La respiración yóguica o completa que es la que nos permite producir una respiración amplia con el mayor volumen respiratorio posible en función de la capacidad pulmonar que tengamos (que por supuesto no es la misma para todos).
1. Abdominal que es donde se inicia.
2. Intercostal, que es hacia donde continúa.
3. Torácica o Clavicular que es donde debe finalizar el proceso de la inspiración.
La expulsión del aire también comienza primero en el abdomen, después en la zona media
y por último en la zona alta o clavicular.
Al principio y si no estás acostumbrado a una respiración consciente es probable que
cuando llegues a la zona intercostal, ya no tengas más capacidad pulmonar, con lo que es
normal que tu inspiración no puede llegar hasta la zona del tórax, por lo que es
importante que la hagas de manera cómoda, con la práctica serás capaz de regular tu
capacidad y de aumentarla.
El ritmo debe ser lento y suave, y recuerda que debes iniciar la respiración en la zona
abdominal pero sin dejar que el abdomen se hinche como un globo, sino que la inspiración
produzca una suave elevación, y debes continuar expandiendo la inspiración hacia la zona
intercostal, notando como las costillas se abren desplazándose hacia los laterales, para
continuar subiendo con el movimiento hasta la zona del tórax.
Puedes si quieres controlar el ritmo de tu respiración contando mientras respiras desde 1 hasta 3
Cada vez que respiras se producen dos movimientos que ya conoces: inspiración y
espiración; es decir, entra y sale el aire. En esta etapa se intercambia más de medio litro de aire.
RESPIRACIÓN COMPLETA O YÓGUICA.
Recibe este nombre el proceso respiratorio que utiliza todos los órganos y músculos involucrados en el proceso de respiración, permitiendo así que el volumen de aire que inspiramos y exhalamos sea el mayor posible.
La suma del volumen de la capacidad vital de aire que podemos respirar es de 4500 o 5000
ml y el volumen residual que es de 1200 ml conforman lo que es la capacidad pulmonar
total que es aproximadamente entre 5700 y 6200 ml.
La respiración yóguica o completa que es la que nos permite producir una respiración amplia con el mayor volumen respiratorio posible en función de la capacidad pulmonar que tengamos (que por supuesto no es la misma para todos).
1. Abdominal que es donde se inicia.
2. Intercostal, que es hacia donde continúa.
3. Torácica o Clavicular que es donde debe finalizar el proceso de la inspiración.
La expulsión del aire también comienza primero en el abdomen, después en la zona media
y por último en la zona alta o clavicular.
Al principio y si no estás acostumbrado a una respiración consciente es probable que
cuando llegues a la zona intercostal, ya no tengas más capacidad pulmonar, con lo que es
normal que tu inspiración no puede llegar hasta la zona del tórax, por lo que es
importante que la hagas de manera cómoda, con la práctica serás capaz de regular tu
capacidad y de aumentarla.
El ritmo debe ser lento y suave, y recuerda que debes iniciar la respiración en la zona
abdominal pero sin dejar que el abdomen se hinche como un globo, sino que la inspiración
produzca una suave elevación, y debes continuar expandiendo la inspiración hacia la zona
intercostal, notando como las costillas se abren desplazándose hacia los laterales, para
continuar subiendo con el movimiento hasta la zona del tórax.
Puedes si quieres controlar el ritmo de tu respiración contando mientras respiras desde 1 hasta 3
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