domingo, 4 de septiembre de 2011
sencillez voluntaria
Adoptar la simplicidad como modo de vida es el lema de varios de los movimientos que surgen paralelos al decrecimiento. Uno de ellos es el downshifting (rebajar nuestro ritmo de vida), muy similar (y de hecho se han unido) al movimiento Slow (apología de lo pausado). El estilo de vida slow o downshifted supone trabajar menos y dedicar más tiempo al bienestar: a estar con amigos y familia, a comer despacio, a pasear y deleitarse. Las posibilidades de lograr un downshift son más altas en las ciudades pequeñas (según el movimiento Slow, con poblaciones de no más de 60.000 habitantes). Se trata de cambiar el esquema de valores y el orden de prioridades en una sociedad en la que se dedica hasta diez veces más horas al trabajo que a los hijos.
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