viernes, 17 de septiembre de 2010

Meyer Lanski


A finales de la decada de los setenta, una sofisticada red de instituciones financieras se especializo en la canalizacion de fondos hacia lugares de refugio y/o conveniencia, ocultando toda pista a los ojos inquisidores de las autoridades mediante un laberinto de empresas tapadera, cuentas bancarias en codigo y otros dispositivos de las modernas finanzas duchas en el juego del escondite. El uso de la heroina como instrumento de la fuga de capital se remonta a los dias en que los reyezuelos del crimen organizado que en los Estados Unidos desempeñaron un papel descollante en la creacion de los mecanismos financieros aptos para burlar a las autoridades fiscales y monetarias. Al extenderse el crimen organizado a los campos del Juego y de las drogas, evoluciono una red paralela de instituciones financieras para manejar la corriente de fondos. Ya no bastaba con adquirir una cadena de lavanderias automaticas o de tuneles de lavado de coches, cuya actividad basada en el cobro al contado pudiera ocultar y «blanquear» los fondos procedentes de actividades ilicitas. Ahora, el hampa se veia obligada a crear su propio sistema financiero subterraneo, impermeable a los efectos de las politicas fiscales o monetarias. El favorito, sin discusion, en lo que se refiere a haber hecho posible todo esto, es el mafioso judio Meyer Lansky. Despues de que en 1931 el Internal Revenue Service (IRS) consiguiera condenar a Al Capone, aliado de Lansky, bajo la acusacion de evasion de impuestos, los capitostes del hampa advirtieron la urgente necesidad de disponer de un «blanqueo» eficaz. Aquel mismo año, Salvatore «Lucky» Luciano, socio comercial de Lansky, organizo un golpe de estado contra la antigua directiva de la Mafia, preparando el camino para entrar en el hasta entonces vedado comercio de la heroina. Las actividades florecientes de la pandilla Lansky-Luciano, y la subsiguiente necesidad de unos metodos sofisticados para ocultar y canalizar el flujo de dinero, serian la madre y el padre de la invencion de la fuga a ultramar. En 1932, Meyer hizo su primera gran incursion en la banca suiza. Esto marco el camino para el desfile general de dinero del hampa hacia puertos seguros de ultramar. Aunque ciertos fondos del sindicato siguieron la ruta del norte de Nueva York a Suiza, via Canada, el caudal principal, particularmente durante las decadas de 1950 y 1960, discurrio por la ruta sur. A pesar de los intensos esfuerzos de Hollywood y del FBI para equiparar el «crimen organizado» en Norteamerica con los italianos meridionales, cuya tez ligeramente morena les hacia inherentemente sospechosos para la gran opinion publica del pais, el crimen no es patrimonio de ningun grupo etnico. Sin embargo, la Mafia, con sus juramentos de sangre y sus votos de silencio, dio un buen golpe teatral y paso a dominar la imaginacion del publico precisamente cuando, en los Estados unidos, el crimen a gran escala estaba a punto de sufrir una transformacion que lo alejaria todavia mas del cliche habitual. El crimen era big business y seguia una tendencia general en la empresa norteamericana: la aparicion de una elite de financieros varios pisos por encima de la tienda o de la venta en la calle.

Lanski en la television israeli
http://www.youtube.com/watch?v=1UNJTPtmZhI

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