En 1876 se decide que la plata, que afluye abundantemente, sea la moneda de curso legal forzoso obligando a la desaparición del oro. Desde finales del siglo XIX el precio de la plata había ido cayendo de tal modo que la peseta fue perdiendo valor, de manera que las 5 pesetas de valor facial en plata acabaron valiendo sólo 2 pesetas con lo que por cada duro acuñado el estado ganaba 3 pesetas. Y esto despertó la picaresca de quienes vieron la oportunidad de dar salida a tanto metal y ganar dinero de paso. Es el caso de los "duros sevillanos", exactamente iguales a los de curso legal, con 2 pesetas de plata en cada moneda de 5 pero falsos en la práctica. Al parecer su acuñación comenzó en Sevilla pero su fabricación y uso se fue extendiendo de tal manera que el gobierno de Alfonso XIII acabó por aceptar cambiarlos por duros de curso legal para poder retirarlos de la circulación.
Estos revolucionaron el mercado español de moneda, hasta el punto de que el ministro de Hacienda de la época. Angel Arzaiz y Cuesta, promovió la ley de 28 de noviembre de 1901 prohibiendo las acuñaciones de monedas de cinco pesetas. Los falsos duros sevillanos no eran realmente falsos, pues (caso único en la historia de las falsificaciones de moneda) tenían más cantidad de plata que los legales. También conocidos por duros de Covián por haber sido fabricados en la fundición de este nombre, en la zona de San Vicente. cercana a La Barqueta. La falsificación o acuñación ilícita fue descubierta en la sucursal del Banco de España en Barcelona, en una etapa enrarecida del mercado financiero como consecuencia de la depreciación de la peseta. Los -duros sevillanos- o de Covián fueron durante años piezas muy cotizadas por los coleccionistas.
Como las monedas ya no valían el equivalente al metal que llevaban, se generalizó el uso de billetes, respaldados por reservas de oro y plata, y la acuñación de monedas en metales menos valiosos como el níquel. En 1925 se acuñan gran cantidad de monedas de 25 céntimos en ese metal que, por parecerse en tamaño a la de 2 pesetas en plata, fue horadada en el centro. Un agujero que se respetó en otras monedas posteriores como la de 50 céntimos de 1949 o la de 25 pesetas de 1992 que circuló hasta la llegada del euro en 2002.
Incluso ha quedado un refrán al respecto: "Eres mas falso que un duro sevillano". En España como en otros paises, siempre ha existido como ya hemos dicho "la picaresca" y los "desaprensivos", y en aquellos tiempos a finales del siglo XIX fué muy comentada la acuñación de unos duros falsos que originariamente se empezaron a acuñar en Sevilla y en otras partes del mundo, como por ejemplo en Mexico, pero que fueron denominados por la gente llana, es decir el pueblo por "Duros Sevillanos", extendiendose una frase muy popular que aun se dice en nuestros dias: "Eres mas falso que un duro sevillano".
En aquellos tiempos las estafas fueron frecuentes y circularon muchos de estos duros sevillanos. Tal fue de grande este problema que la Casa de la Moneda llegó a publicar un libro de instrucciones de 750 paginas, en las cuales se descubrian todas las artimañas de los falsificadores y se enseñaba al publico a identificar las habilidosas falsificaciones.
En el siguiente enlace podeis ver una pagina del abc fechada en 1908, con un articulo relacionado con esta noticia:
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