domingo, 24 de marzo de 2013
El reino Animal y el cuerpo Astral
Existe en este reino, algo que
cotidianamente podemos observar; es
la existencia en los animales de una
conciencia primitiva capaz de percibir el
olor, el miedo, el hambre, el cansancio
y todas las emociones que agrupamos
bajo la denominacion de “el instinto”.
Es virtud de esta cualidad que el
reino aminal se aparta radicalmente
El ser humano: sintesis maravillosa de los tres reinos
de la naturaleza del reino vegetal ( sede de la vida y
el crecimiento) pero necesita para
desarrollarse la base de lo viviente.
En Antroposofía el concepto de alma
es muy profundo, no es simplemente
algo dado, que todos poseemos desde
que nacemos y que entregamos
dócilmente al sucumbir nuestro cuerpo
fisico, sino más bien una organización
anímica cuya “sustancia” proviene
de lo inmaterial de los astros, que en
el reino animal se manifiesta como
exponente supremo e inmodificable
del reino y que el ser humano
constituye en la trama que deberá
trabajar durante toda su encarnación:
transformar las sensaciones groseras,
violentas y polares del cuerpo astral en
alma sensible, alma racional y alma conciente. Esta es una tarea que deberá
cumplir una organización superior al
cuerpo astral, que el animal no posee
y el hombre sí: es el espíritu humano
expresado a traves de la “ organización
del yo”.
Cuerpo Astral
El elemento indispensable para la
manifestación de lo animico es el aire,
en la antigüedad el mismo lenguaje
poseia el conocimiento, para los griegos
el vocablo “ pleuma” significaba “aire” y
“alma”. Se sabía que el alma vivía en el
aire, que la respiración se relacionaba
con la emoción.
Sabemos que el alma vive en lo
aéreo, que es una fuerza que proviene
de lo inmanente de los astros.Pero
lo sabemos por una concepción
prenewtoniana: una visión mecanicista,
en la que las constelaciones pueden
ser comprendidas como astros de
irradiación de fuerzas suprasensibles,
y no meramente como cuerpos fisicos
aislados “flotando” en el espacio. A
estas fuerzas provenientes de los astros
podemos llamarlas fuerzas astrales.
En el cuerpo astral es la causa
de movimiento, de la posibilidad de
sentir, de las pulsiones instintivas( lo
animal) hasta la emoción estética ( del
hombre), y también del desarrollo de la
conciencia. Aquella conciencia que se
evade cotidianamente para sumergirse
en su propia “sustancialidad” astral
denominada “mundo de los sueños”.
Mediante un profundo trabajo de
Fuente: Antroposofía, una conquista espiritual
de nuestra época - Roberto Crottogini - Ed. Kier.
la voluntad, creando un vacio enla
conciencia , podemos acceder a un
estado meditativo que supere la
visualización nítida de las imágenes-
conciencia imaginativa-. Entonces
es posible que se haga presente en
nosotros un mundo sutil y sonoro de
indescriptible belleza; estamos ante la
conciencia inspirativa, que nos puede
proyectar el tiempo que media entre la
última muerte y un nuevo nacimiento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario