Este libro te ayuda a desarrollar el potencial de la inteligencia integral con el fin de aumentar la concentración y la creatividad; a elevar la claridad emocional reduciendo los niveles de estrés y de ansiedad, reforzar las defensas orgánicas; a potenciar las capacidades de tu cuerpo físico y a percibir el mundo como una revelación, una alegría, un descubrimiento permanente… Todas esas posibilidades y muchas más están al alcance de tu mano gracias al despliegue de tus recursos integrales.
La revolución del pensamiento integral es pues una invitación a un apasionante viaje hacia una nueva forma de bienestar que integra el conjunto de nuestros potenciales. No sólo aporta pistas de reflexión, sino también herramientas prácticas que cada uno puede empezar a implementar en su día a día. El viaje requiere algo de tiempo y una implicación profunda, pero esos esfuerzos imprescindibles no son nada comparados con los resultados y que te servirán de apoyo a lo largo de este extraordinario viaje al corazón de tu propio ser y de la sociedad en la que vivimos.
Nuestra civilización planetaria se encuentra en plena metamorfosis. La mutación avanza a una velocidad vertiginosa y empuja a muchas personas a replegarse o a caer en el desasosiego. El error es asirse a pragmatismos excesivamente limitados, ya que el verdadero reto reside en un cambio profundo de actitud.
El sistema se ha adueñado de cada una de nuestras acciones; también de las quejas, de las súplicas por el cambio, de la indignación. ¿Cómo eludir el propio juego en el que el capitalismo parece el único jugador? La devacle, afirma Patrick Drouot, acecha a la vuelta de la esquina. Todas las sociedades occidentales se han desarrollado a través de diferentes y numerosas crisis a lo largo de los siglos, pero ésta parece diferente: ha cambiado el sentimiento con el que percibimos la realidad, y nos anclamos a una sensación de convulsión, de amenaza constante y depresión siempre en ciernes. Sin embargo, explica el autor, «la supervivencia de la civilización occidental es [...] posible siempre y cuando seamos capaces de cambiar, de hacer evolucionar nuestra manera de vivir y sobre todo de pensar».
Hubo un tiempo en que parecía que el mundo iba bien: la libertad y la inicitaiva individuales tenían visos de estar realizándose incluso en los lugares más remotos del plantea; [...] Y de repente se desata una crisis sin precedentes, brutal. [...] ¿Estarán las sociedades occidentales cayendo en el abismo mortal que ellas mismas han cavado?
Sin embargo, aquí comienzan los verdaderos problemas. Con el objetivo arriba mencionado en nuestra mente, hemos de tener en cuenta que habitamos un mundo cada vez más complejo, que siempre integra una cantidad de información siempre mayor. «Nuestras propias estructuras se han vuelto más complejas y las interacciones entre los miembros de las comunidades humanas cada vez más numerosas». La tesis de Drouot es que hemos de cambiar nuestra forma de pensar de forma que trascienda los límites comúnmente admitidos de nuestras conexiones neuronales: «una forma de pensamiento qu escape de la reflexión lineal para sumergirnos en un mundo de posibilidades infinitas. Una arquitectura de pensamiento capaz de favorecer el nacimiento de un nuevo tipo de decisiones colectivas que nos permitirían afrontar los nuevos desafíos del mundo que está por llegar». El error es asirse a pragmatismos excesivamente limitados, ya que el verdadero reto reside en un cambio profundo de actitud.
Patrick Drouot estima que los gérmenes de esta nueva forma de pensar ya existen, pero se hallan dispersos en las obras de filósofos, sociólogos, psicólogos y científicos, procedentes de múltiples regiones del mundo. «Sus investigaciones, que nunca se habían cruzado hasta entonces, son lo que me propuse reunir y completar con el fin de construir un todo “coherente”: el pensamiento integral». Así, el autor expone que esta crisis nos impulso hasta el umbral de una nueva era.
La civilización planteria se encuentra, a ojos de Drouot, en plena metamorfosis, pero tal mutación avanza a una velocidad increíble, lo que empuja a muchas personas a replegarse o a caer definitivamente en el desasosiego. Hay que desarrollar el portencial de lo que el autor denomina “la inteligencia integral” con el objetivo de aumentar la concentración y la creatividad, elevando la claridad emocional y reduciendo a la vez los niveles de estrés y ansiedad, para reforzar incluso las defensas orgánicas. Su fin es orientar a sus lectores para potenciar sus capacidades físicas y percibir el mundo como una revelación y un descubrimiento permanente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario