viernes, 25 de octubre de 2013

Antipsiquiatría










Antipsiquiatría en general, se contrapone a la teoría o práctica de la psiquiatría convencional. Las críticas más comunes son las siguientes: que la psiquiatría usa herramientas y conceptos médicos inadecuados; que trata a los pacientes contra su voluntad y es demasiado dominante comparada a otros enfoques; que está comprometida por nexos económicos con las compañías farmacéuticas; y que usa sistemas categoriales de diagnóstico que estigmatizan, entre ellos el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), o la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), que muchos "pacientes" ven lesivo para la propia estima. Siendo actualmente la Psiquiatría una especialidad médica estudiada e impartida en todas las facultades de medicina del mundo, la Antisiquiatría se sitúa en el ámbito de las pseudociencias o paraciencias; disciplinas que no utilizan de forma completa y ortodoxa el método científico, ni su publicaciones encuentran eco habitualmente en los medios aceptados por la instituciones de investigación científica y universitaria. El movimiento puede verse promoviendo otro tipo de psiquiatría, aquella que se encuentra en línea con el modelo del trauma de los trastornos mentales. Muchos "antipsiquiatras" tratan de distanciarse ellos mismos del término "antipsiquiatría" y de las asociaciones peyorativas que conlleva. Otras alternativas a la práctica psiquiátrica actual pueden sustentarse en la psicología. La perspectiva conductual (Psicología conductista, Terapia de conducta) es un enfoque muy sólido dentro del ámbito de la psicología científica, el cual permite comprender la psicopatología desde otro punto de vista totalmente independiente a la psiquiatría biológica.

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